Con el avance de la tecnología, las cámaras térmicas en los sistemas de videovigilancia son cada vez más sofisticados y el cliente más exigente cuando quiere adquirir una solución de monitoreo.
Los equipos son más sencillos y más fáciles de manejar, por lo que los usuarios valoran mucho la disponibilidad de los equipos: 24 horas al día, 365 días al año. Así es como aparecieron cámaras térmicas en los sistemas de videovigilancia. Estas permiten tener visibilidad en condiciones climáticas desfavorables como la niebla, el humo o durante la noche.
Actualmente, un sistema permanente de videovigilancia con cámaras térmicas puede ser muy costoso, por lo que se están buscando alternativas, como los sistemas propulsados por energía solar, reduciendo de esta manera los costes de luz. Aun así, no es una fuente inagotable de energía, ya que debe seguir recargando como toda batería, pero tienen la ventaja que ofrecen el 100% de disponibilidad de los sistemas de videovigilancia.
Los que adoptaron este tipo de sistemas con fuentes de energía alternativas son las grandes empresas para las cuales los costes por un corte de luz justifican esta elección y, en el ámbito público, se utilizan para las sistemas de monitoreo de las autopistas, rutas etc.
Los nuevos sistemas de seguridad no ponen ningún impedimento para tener una imagen nítida de tu hogar o empresa durante 24 horas al día, 365 días al año en condiciones climáticas adversas.
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